La experiencia del Director con más extensa trayectoria en PMIBA

 

Cuando Ana Maria me convocó como el Director con más extensa trayectoria (sic) en el Capítulo para escribir esta nota en relación a la próxima celebración de los 15 años del PMIBA, aparte de “Auchhh!”, lo primero que pensé fue: cuanto tiempo pasó! Luego, vuelta a la calma y el pensamiento positivo fue: Cuantas cosas que pasaron en estos años! . De los 15 ya llevo participando en los últimos 11 de vida del Capítulo como voluntario. Y el recuerdo vale la pena, no para quedarse ahí, si no para impulsar hacia adelante, para validar el esfuerzo que se viene realizando desde hace tanto tiempo por tanta gente.

 

Un Capitulo que arrancó con treinta y tres miembros, que fue creciendo de a poco, con crisis que acompañando las crisis sucesivas de la profesión, fueron acompañando las crisis sucesivas del país. Momentos memorables, y por lo complicado, fueron 2004 y 2005, no mas de 20 o 30 asistentes a nuestro Congresos Anual! No mas de 50 miembros, y voluntarios? Muy pocos …y a pesar de todo el Capitulo siguió funcionando.

 

Diferentes enfoques, diferentes criterios de conducción, pero siempre a partir de la dedicación y la honestidad…no había premios y sí se sentía casi como un esfuerzo desproporcionado la tarea de ser Presidente, de actuar en la Comisión Directiva en ese tiempo.

 

Recuerdo un punto de inflexión, se produjo en Leadership Meeting en Uruguay en 2008.

 

Era Presidente del capítulo, y sostuve mi negativa a ceder fácilmente ante la consigna de la necesidad (ventaja?) de tener muchísimos miembros como una prioridad, así como ante la consigna de que ser PMP era alcanzar un grado de excelencia.

 

Ante mi requerimiento acerca de clarificación de esas supuestas ventajas de la cantidad sobre la calidad y sobre la calificación que daba la certificación PMP, un miembro del Board de PMI expresó una respuesta que me destrabó: “Certification is not qualification”. A partir de allí, y de ciertas aseveraciones, tal vez políticamente incorrectas para el momento sobre que el número de miembros no hace la diferencia, concluímos que el número de voluntarios trabajando y la calidad de las acciones si hace la diferencia… positiva, claro! Esta diferencia genera cantidad de miembros… pero como un resultado del trabajo comprometido en difundir la profesión y no sólo en servir de paso para quienes sólo buscan una certificación. 

 

Una corriente de aire fresco reactiva el funcionamiento. Ciertas oportunidades que no habían existido hasta ese momento se presentaron en años recientes, y afortunadamente se aprovecharon:

 

  • Se crea el Branch de Cuyo, lo que nos da una gran visibilidad con PMI HQ, que no teníamos hasta entonces, y la actividad se multiplica. Los conflictos también! Pero la rápida maduración de los participantes en el proceso desemboca en la creación del Capitulo Nuevo Cuyo, del cual con orgullo soy uno de los socios fundadores.

  • Luego de una revisión profunda, se cambia la estrategia, proponiendo una renovación profunda de la conducción del Capitulo propuesta por los mismos directores que dejaron sus cargos, a cambio de aprovechar el acercamiento de voluntarios con muchas nuevas ideas y ganas de aportar dedicación e inteligencia, condición necesaria la primera para validar la segunda, sin ninguna duda.

  • Se tiene la oportunidad del Organizar el PMI TOUR en el Complejo La Plaza, con un criterio diferente (no mejor, diferente, sobre todo porque se presentó la oportunidad y se asumió el riesgo del cambio). Resulta en un salto de calidad, y esta vez de cantidad también, que afirma definitivamente la integración de una generación de nuevos voluntarios que hoy conducen el Capítulo.

 

A partir de esos hitos, Complejo La Plaza, Branch y luego Capitulo Nuevo Cuyo, y el acercamiento de nuevos voluntarios a ocupar cargos en la Comisión Directiva, hoy vemos con satisfacción un Capitulo que no deja de sorprender momento a momento por su dinámica. Ver la pagina Web, leer el Newsletter, sentir el éxito de las reuniones en Rosario, en Córdoba, en Santa Fe, repasar la lista de actividades consolidadas y que se llevan adelante todos los meses, con su propia inercia lograda, asistir a un “Happy Hour” y disfrutar (ahora si) la cantidad de voluntarios que asisten, el clima de alegría que se genera, la calidad y el clima de las reuniones de Comisión Directiva.

 

Vale la pena entonces el recuerdo de lo pasado para no olvidar la definitiva importancia que tiene que más y más voluntarios vayan rotando con su participación en los proyectos, y sobre todo, que vayan asumiendo puestos de liderazgo y conducción para hacer que este crecimiento sea sólido, y que el cambio sea permanente como estrategia, como es en el mundo de nuestros proyectos.

 

Osvaldo S. Ucha
Director Institucional
PMI Buenos Aires Chapter

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