Entrevista a Claudio O. Arfeli.
PMIBA: Queremos conocer un poco más a nuestros voluntarios: Cuál es tu ciudad de origen, ciudad de residencia, profesión, puesto actual, experiencia laboral en años (lo que consideres interesante contarnos):
CA: Mi ciudad de origen es Buenos Aires y hace casi 3 años, junto a mi familia fijamos residencia en la ciudad de Tandil, a 350 km de Buenos Aires.
Tal vez, se podría aclarar que llevo 27 años de casado y en ese tiempo me mudé 15 veces. Algunas por razones laborales y otras personales, pero siempre muy dinámico, por lo que me cuesta asociarme a una sola ciudad.
Me gradué como Ingeniero Civil en la Universidad de Buenos Aires, en Diciembre de 1986, en 1993/94 hice mi MBA en Santiago, Chile, ahi descubrí al Project Management, y como consecuencia inmediata, conocí el PMI.
Llevo más de 25 años trabajando en proyectos, los primeros 10, casi exclusivamente dedicados a Ingeniería Estructural, y los últimos 15, con preponderante dedicación a Project Management.
Desarrollo mi actividad profesional en MetaControl Argentina S.A., una empresa especializada en Project Management, de la cual soy fundador y presidente.
PMIBA: ¿Cómo surgió la idea/oportunidad de colaborar como voluntario de PMIBA?
CA: En 1995, me hice miembro del PMI, porque ya estaba trabajando mayormente en gestión de proyectos de Ingeniería y Construcciones, y no había dudas que para desarrollarme en la profesión, debía estar actualizado y en contacto con PMI.
En 1996 se fundó el capitulo local, pero no me convocaron para formar parte del grupo fundador.
Cuando tomé conocimiento de la existencia del Capitulo intente contactarlos, pero fracase.
Y francamente, no me puso muy contento no poder tener ningún vinculo con colegas locales.
En esa época, había solo un Global Congress al año, y era en USA, teníamos una empresa joven, e invertir U$S 5.000 para ir a un congreso, era mucho dinero. No me resulto fácil convencer a mis socios, pero comprometiéndome a sacar el máximo provecho de cada viaje, lo incluimos como una necesidad para mantener la nueva empresa con vida.
En 1998, fui al Global Congress de Long Beach, y era el único argentino!!
No había podido contactarme con gente del Capítulo, y en USA tome la representación del país por default. No había otro.
Me toco hablar en público, en una reunión multitudinaria que se hacía los domingos previos al congreso, con gente de todo el mundo, cuando se armó un panel que trato el tema del Project Management en Latinoamérica.
Esa mesa, liderada por México, convoco a una reunión en el Barco Queen Mary, anclado en Long Beach, y sede de las actividades complementarias del congreso promovidas por PMI.
Esa reunión, fijó el nacimiento de los congresos latinoamericanos a partir de 2000, y solo por estar presente, me asignaron para Argentina, el 5° turno, es decir, 2004.
A mi vuelta, pude contactarme con la comisión directiva del PMIBA, y fue extraordinariamente simple la recepción.
“que bueno todo lo que hiciste en USA, veni a trabajar”, y arranqué, y nunca más deje de hacer trabajo voluntario.
PMIBA: ¿En qué proyectos colaboras actualmente?
CA: Llevo unos 13 años trabajando y estimo haber acumulado mas de 3000 HH voluntarias, por lo que colaborar, he colaborado en muchos proyectos. Algunos exitosos. Otros, de los buenos para ganar experiencia! Todos me sumaron.
Resumo colaboración en la Comisión Directiva. 1999-2000, Vocal del VP de Membresía, 2001-2002 VP de Membresía, 2003-2004-2005 Presidente, 2006-2007 Vicepresidente, 2008 Secretario.
Los principales proyectos en los que colaboré en esos 10 años fueron: 2001-Primera Traducción del PMBOK al español, 2002-Compra de la Oficina del Capítulo, 2003-Remodelación de la oficina del Capítulo, 2004 – Primeras Jornadas fuera de Buenos Aires (Mendoza), 2005 Fundación Tour Cono Sur, entre decenas de otros proyectos, que sería tedioso enumerar.
Tal vez se podría mencionar que preparé y presenté trabajos, charlas y conferencias institucionales en representación de PMIBA, que fueron presentadas congresos locales e internacionales, así como también trabajos técnicos que expuse en Reuniones de Miembros, Jornadas Argentinas, y Congresos Latinoamericanos.
Solo restaría mencionar los trabajos poco atractivos, que no dejan muchas satisfacciones pero si aprendizajes, como lo son todas las actividades relacionadas con exigencias legales del capítulo, relacionadas con bancos, balances, asambleas, Inspección General de Justicia, escribanías, AFIP, Rentas, y algunas otras oficinas, donde no enamoran a los que nos dedicamos a ejecutar proyectos.
Durante los últimos años estuve particularmente involucrado con las actualizaciones de los estatutos y reglamentos que rigen la vida del capítulo.
PMIBA: ¿En qué proyectos colaboras actualmente?
CA: Fui designado Presidente del Nominating Committe para el año 2011. Este comité, tiene por finalidad analizar a los miembros que se postulan para ocupar cargos en la comisión directiva del capítulo, y convertirlos formalmente en candidatos para las elecciones que se desarrollan anualmente.
El comité en su totalidad es designado anualmente por el o la Presidente en ejercicio, y aprobado por la comisión directiva. Sus integrantes, siendo miembros del Capítulo, no pueden ser autoridades vigentes y naturalmente, tampoco pueden presentarse como postulantes.
Este función refleja la confianza de la Presidente y su comisión directiva, y me genera un gran compromiso con el futuro institucional del capítulo.
Estoy muy agradecido por tener esta participación.
Por otro lado, el próximo 6 de Octubre se realizará una cena para celebrar los primeros 15 años de vida del capítulo, y estoy colaborando con su organización.
Digamos que mi aporte viene por el lado de la historia, de poder contar en primera persona algunos hitos que resultaron relevantes para la vida del capítulo, y darle a la celebración una mirada que complemente la valoración de la notable situación actual, con un reconocimiento del trabajo realizado y una proyección de un futuro de mayores logros aún.
PMIBA: ¿Qué ha sido lo más enriquecedor de la experiencia de voluntario PMIBA?
CA: Sin duda, lo más enriquecedor fue mi crecimiento en el manejo de relaciones interpersonales.
El trabajo voluntario aporta una dimensión diferente al trabajo en los proyectos donde todos los participantes son rentados.
Dentro del capítulo destacaría que la ausencia de la relación que establece el flujo de dinero (quien paga y quien cobra), la ausencia de jerarquías que permanecen una vez terminado el proyecto (jefe-subordinado), y finalmente, la ausencia del fin de lucro que envuelve a toda la institución, generan un entorno totalmente diferente para trabajar.
En un ámbito rentado, el responsable de un trabajo da una instrucción, y no es estrictamente necesario trabajar sobre el aspecto motivacional todo el tiempo.
Hay una base de motivación que la aporta la actividad rentada, que hay que reforzar cuando y como convenga.
En un ámbito voluntario, esa base de motivación no está presente, y hay que asegurarse en cada paso, que la motivación este activa.
Cualquier voluntario, hace actividades rentadas para vivir. Si las actividades voluntarias no son acompañadas por la correspondiente motivación, tienden a ser racionalmente relegadas, y el efecto en el grupo de trabajo es negativo.
En el ámbito voluntario no hay jefes, no hay órdenes, solo hay responsables, solo hay colegas compartiendo intereses profesionales.
Estos años de trabajo voluntario me han hecho una persona mas tolerante, mas reflexiva, que escucha mucho mas a sus interlocutores, y en términos generales me ha enseñado a aceptar algún grado de tolerancia al fracaso, cosa que era y es inadmisible en el ámbito de la Ingeniería, donde me formé profesionalmente.
Tuve que aprender a incluir el concepto de motivación, para poder liderar proyectos de voluntarios.
Resumiendo, he mejorado mis habilidades “blandas”.
Y como si este crecimiento profesional fuera poco, incrementé notablemente no solo mi red de contactos dentro la profesión, sino que el trabajo compartido me permitió construir confianza profesional y personal con otros voluntarios.
Esta confianza me permite disfrutar de una excelente relación con “colegas”, alejado de la visión de “competidores” que traje incorporada como prejuicio cuando llegué.
Esto excede los límites del capítulo y aporta valor en el ejercicio diario de la profesión.
PMIBA: ¿Qué le dirías a los miembros que aún no se animan a sumarse como voluntarios?
CA: En primer lugar, que no hay un mínimo de horas para sumarse, solo hay que tomar una decisión personal sobre cuantas horas a la semana estoy dispuesto a ofrecer, y hacerlo.
Sea 1 hora o 20 horas a la semana, todo suma y es bienvenido.
Otro tema importante, es que el aporte no necesariamente tiene que tener una componente presencial. El aporte virtual no solo es posible, sino que es la mayor parte del aporte que todos hacemos.
En mi caso particular, puse a disposición de las autoridades del capítulo mi voluntad de trabajar, con una restricción, que es la frecuencia de presencia personal, debido a que desde hace casi 3 años vivo en Tandil.
Uno puede recorrer el listado de proyectos, y ofrecerse para trabajar, o puede plantear un proyecto y ofrecerse para liderarlo y trabajar en consecuencia.
Hoy tenemos una masa de miembros y voluntarios que permiten un menú amplio de proyectos a los cuales según los intereses personales, cada uno puede sumarse.
Para terminar, diría que en nuestra actividad profesional buscamos el reconocimiento profesional y económico, y través de actividades rentadas, es más fácil obtener reconocimiento económico que profesional. Los clientes o jefes son “tímidos” para reconocernos profesionalmente.
En la actividad voluntaria, no encontraremos reconocimiento económico, pero si podemos encontrar el reconocimiento profesional, y si un reconocimiento es valorado, es aquel que recibimos de nuestros colegas (con los que algunas veces tenemos que competir), y eso es un premio extra que el trabajo voluntario nos deja como subproducto.