El crecimiento en el desarrollo evolutivo de los procesos de negociación ha permitido la construcción de valor agregado a los clientes por el hecho mismo de la competitividad, en sus diferentes ámbitos; lo que a su vez ha llevado a las organizaciones a mejorar la gestión de sus recursos.
Y algo que ha permitido la construcción de valor agregado es la tecnología de la información, que se presenta como recurso de apalancamiento para los gestores de proyectos, y a su vez, lleva en su haber una variedad de instrumentos como: herramientas para mejorar la colaboración, la planificación y la eficacia de sus proyectos, como:
- Identificar la información; necesaria para el cumplimiento de las actividades con propósito.
- Determinar las necesidades de información que puedan presentarse o generarse (ej. situaciones que incorporan la captación, tratamiento y/o distribución de información).
- Definir las estrategias.
- Establecer escenarios que permitan tomar decisión para la implementación de los proyectos en la organización.
Lo antes descrito resalta a la gestión de proyectos como un elemento diferenciador en el desempeño competitivo para las compañías en la actualidad, la tecnología de información se impone como recurso estratégico dentro de esta considerando que es medular, en la mayoría de las organizaciones, a asegurar y sostener, debido a la necesidad de contar con información única, trazable y consolidada, para asegurar el proceso de toma de decisiones y la calidad del mismo frente al cumplimiento de las diferentes estrategias.
La inversión y aplicación de tecnologías de información como herramientas válidas para soportar nuevas perspectivas para la gerencia de proyectos es un proceso efectivo cuando se involucran las personas responsables de estos en la compañía y se diseña e implementa una estrategia para gestión de cambio que asegure la incorporación de estas en una nueva cultura de aceptación y en la cual las personas encuentran valor agregado por la tecnología durante el desarrollo de sus funciones.
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