Nota Principal |
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La colaboración en la empresa |
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¿Qué puedo hacer para fomentar la cooperación interna? Para elegir el tema de este mes, consulté a algunos colegas. Y uno de ellos, me dijo: “¡Colaboración es un muy buen tema, Diego! Hoy ya no se habla de empleados, ni de recursos, se habla de colaboradores. Está de moda". Así que empecé a pensar por escrito e intenté dilucidar, qué se entiende por colaborar en las organizaciones. Primero se me ocurrió averiguar qué pensaría Dilbert y encontré la siguiente viñeta: |
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Seguí investigando y encontré que “colaboración” es un concepto que tiene un atributo que yo creía privativo de ciertos antibióticos: es de amplio espectro. Acá van sólo algunas de las definiciones y beneficios esperados:
¡Epa! ¿Colaboración es y permite todo ésto? ¿No le estaremos pidiendo demasiado? La cooperación, la ayuda, el “dame una mano” era ni más ni menos que una actitud que permitía mejorar la relación entre las personas y por supuesto el clima de trabajo. Pero ahora resulta que si no somos “colaborativos”, ¡toda la empresa podría desaparecer del mercado! Hacia una definición menos ambiciosa. Ante este aluvión de expectativas sobre los efectos de la colaboración en las empresas, decidí remitirme al significado de la palabra. Fui primero a Wikipedia, donde encontré que: Colaboración, genéricamente, es todo proceso donde se involucre el trabajo de varias personas en conjunto; para conseguir un resultado muy difícil de conseguir mediante el trabajo individual o como para ayudar a conseguir algo a quien por sí mismo no podría. Y después al diccionario: Colaborar: Trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra. Contribuir al logro de algún fin. Pude deducir que la colaboración es un tema inherente a las personas. Algo bastante obvio, por cierto. Entonces, si quisiera promover la cooperación entre los integrantes de una organización (ya sea un área, un equipo, un proyecto, etc.), debería ver primero si la colaboración está dentro de los valores reconocidos. Si está, debo estimularlo; si no está, debo instaurarlo. Y en ambos casos, debo reconocerlo. ¿Y por dónde podemos empezar? La conclusión a la que llegué inicialmente es que la colaboración es un tema cultural, lo que indica que instaurar una cooperación genuina entre los integrantes de un equipo sería, en sí mismo, un proyecto de gestión del cambio. La propuesta es arrancar de una manera bien simple: por cada uno de nosotros. Sólo hay que pensar en qué medida nuestros saberes, habilidades o conocimientos pueden ser de utilidad a otros colegas. Y también reconociendo nuestras carencias y necesidades para pedir ayuda cuando lo consideremos. En pocas palabras y parafraseando a “Magic” Johnson[i] podemos pensarlo así: “No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Hasta la próxima! [i] Earvin Effay Johnson, Jr., más conocido como «Magic» Johnson, es un ex jugador de baloncesto estadounidense, considerado uno de los mejores de la historia. Militó en Los Angeles Lakers de la NBA desde 1979 hasta 1991, y por un breve período en 1996. |
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